¡Hola, amantes de la geología!
Estos días estoy visitando las piedras danzantes del Death Valley o Valle de la Muerte (California). La foto está tomada en mitad de un lago seco al que llaman Racetrack, por las marcas que dejan cientos de rocas que aparentemente se mueven solas. Hasta hace poco se desconocía el proceso que lo hace posible.
Al parecer es necesaria la conjugación de 3 factores: un poco de agua, que ésta se congele y pueda desplazarse sobre el fango con ayuda de un poco de brisa y todo dentro de unos márgenes tan estrechos como la receta de un laboratorio. ¡Misterio resuelto!
Por cierto, ¿sabíais que este fenómeno también sucede en una de las lagunas de El Longar, en Lillo, Toledo? Allí las llaman piedras errantes.
Iván Pérez López es fotógrafo y viajero y actualmente se encuentra embarcado en un viaje alrededor del mundo en furgoneta. Síguele la pista en: iplfoto.com, Instagram y Facebook.