Autores – Alberto Fernández Mort y Davinia Díez-Canseco
Los granitos que observamos hoy en día en una parte importante del paisaje de la provincia de Ávila se formaron hace decenas de millones de años. Sin embargo, el paso del tiempo y la acción de los elementos provoca que su aspecto actual sea muy distinto al original.
En concreto, los berrocales son asociaciones de formas elementales del granito de diversos tamaños y morfologías (por ejemplo bolos o piedras caballeras) resultado de la alteración o meteorización de los cuerpos graníticos iniciales.

Cómo se forma un berrocal
Los granitos iniciales presentan un sistema de fracturas o diaclasas ocasionado por una de estas razones:
- El enfriamiento de la masa magmática que los origina.
- Descompresión debida a la erosión de las rocas suprayacentes.
- O deformación tectónica.


El agua circula a través de las fracturas y altera los minerales del granito. El proceso avanza progresivamente hacia el interior de la roca, por lo general de manera concéntrica.
La erosión provoca la evacuación del granito alterado, que se disgrega con mayor facilidad, mientras permanece tan solo el granito sano o inalterado. La gravedad hace que estos últimos granitos se acumulen unos sobre otros, dando lugar a los paisajes graníticos típicos que observamos hoy en día.

Algunos ejemplos de berrocal, bolos, piedras caballeras y diaclasas que pudimos ver en el Geolodía de Ávila en Burgohondo:











© Textos, ilustraciones y fotografías para la guía de campo de la edición 2016 del Geolodía Ávila.
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